ETICA para Amador / por Fernando Savater (año 1991-2011)

 ETICA para Amador / por Fernando Savater  (año 1991-2011)

Ten confianza en tí mismo, le dijo Fernando a su hijo Amador. Está claro que si uno tiene fe o confianza absoluto en sí mismo, en sus convicciones o incluso en su destino, es porque ha recibido unos principios que merecen ser respetados. Y esos principios no pueden ser invención particular de un individuo o sujeto humano. Deben tener, para que sean aceptados "urbi et orbe", un valor universal.

 Hay cosas que hay que saber porque, como suele decirse, en ello nos va la vida.

Cuando de hablo de libertad me refiero a que ciertamente no podemos hacer cualquier cosa que queramos, pero también es cierto que no estamos obligados a hacer una sola cosa.

Dos aclaraciones sobre la libertad:  1) No somos libres de elegir lo que nos pasa (haber nacido tal o cual padre ó madre , por ejemplo), pero sí libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual manera (obedecer ó rebelarnos, luchar ó huir, por ejemplo)-

                                                           2) Ser libres para intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo indefectiblemente. No es lo mismo libertad (elegir dentro de lo posible) que la omnipotencia. (algo imposible para el hombre). Hay cosas que dependen de mi voluntad (y eso es ser libre) pero no todo depende de mi voluntad, pues muchas otras voluntades y otras muchas necesidades que no controlo a mi gusto.

En resumen, cuando los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida; cuando podemos optar por lo que nos parece bueno frente a lo que nos parece malo, entonces podemos o no equivocarnos. De modo que parece prudente aprender a  cierto saber vivir que nos permita acertar, es decir, un arte de vivir que se llama ética. La libertad de opción es lo que nos hace responsables, pues si actuáramos por necesidad y sin libertad, como los animales, entonces no podríamos  sentir culpa o satisfacción.

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Como colofón a este segundo capítulo, en el que hemos podido discriminar, en el actuar humano, entre órdenes, costumbres y caprichos, podemos concluir que en el arte de vivir, sólo disponemos de cuatro principios:

a) el filosófico: haz el bien por el bien mismo, por respeto a la Ley.

b) el religioso: haz el bien  porque es la voluntad de Dios. por amor a Dios.

c) el humano: haz el bien bien porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.

d) el político: haz el bien porque lo requiere la prosperidad  de tu Patria, por amor a tu nación y por consideración a tí mismo. (Aforismos de Lichtenberg) [Ver Cartas a a Lucilio, por Séneca]

III: HAZ LO QUE QUIERAS

Decíamos que la mayoría de las cosas las hacemos porque nos las mandan (los padres y las madres, los superiores, las Leyes), porque se acostumbra a hacerlas así ó sencillamente porque nos da la ventolera o el capricho de hacerlas así.